viernes, 11 de octubre de 2013

Maray

¿Qué me pasa? ¿Por qué he sonreído un par de veces en el día y no más? ¿Por qué estoy media muerta?
Por mi hermosa Maray. Mi compañera, mi amiga, mi macha alfa, mi perra... Nunca he podido referirme a mis perros como "mascotas", porque para mí son mucho más que eso, muchísimo más.
Sé que es difícil de entender, pero para mi mis perros son mi tesoro, son lo que yo más amo en el mundo, y hoy perdí a uno de ellos, a la única mujer que regaloneaba conmigo, que se echaba tal cachorro pequeño en mis piernas, que jugaba conmigo aunque lloviera, nevara, o cayeran los patos asados.
Mi niña preciosa, sé que tu estás en algún lugar mejor ahora, quizás tu alma ya está presa en algún cachorrito o inclusive en alguna guagua recién nacida. Espero volver a encontrarme contigo.
Me duele muchísimo pensar en que no me despedí, que sufriste tus últimos días de vida y que, sobretodo esto, tu muerte era completamente evitable. Fue todo un error, un error que si hubiese sido detectado a tiempo probablemente hubiese tenido otro final, un final feliz y no este final trágico y doloroso.
Este es uno de los momentos más dolorosos de mi vida y no puedo buscar consuelo entre tu pelaje como lo hacía en otras ocasiones... Te extraño tanto.
SIEMPRE SERÁS LA HEMBRA ALFA, SIEMPRE ESTARÁS EN MI CORAZÓN Y EN MI MEMORIA.
Te amo pequeña, siempre te amaré como a una hija, a una hermana.
Espero que descanses en paz, desde aquí sólo me queda recordarte y enviarte las mejores energías que tengo, porque yo siento las tuyas. TE AMO, TE AMO, TE AMO.

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